Historia del Hapkido
El Hapkido aparecía por primera vez en Corea del sur a finales de la década de los años cuarenta del siglo XX, en la ciudad de Daegu (Taegu) creado por el gran maestro Choi Yong Sul después de vivir casi toda su vida en Japón estudiado con Sokaku Takeda, uno de los mejores artistas marciales de finales del siglo IXX, principios del siglo XX y mezclado con diferentes tipos de artes marciales coreanas como el Taekkyon, Tang So Do, el Subak o el Ssirum, por parte del maestro y de sus primeros alumnos.
Su primer Dojang (escuela) se encontraba en el sótano de una destilería, por aquel entonces, el Hapkido no tenía este nombre actual y se le llamaba Hapki Yu kwon Sul, o Yu Kwon Sul. Posteriormente, el Dojang ya se trasladó en casa del maestro Choi en una habitación disponible. Con estos orígenes humildes nadie podía pensar que este arte estaba destinado a revolucionar las artes marciales coreanas y las del mundo en general. En 1951 se crea el primer Dojang oficial llamado Dae Han Hapki Yu Kwon Sul configurado por el maestro Choi y sus primeros alumnos y estos serían poco a poco los que abrirían otras escuelas. En 1956 se abre el segundo Dojang en Daegu (Taegu), para más tarde en 1960 abrir en la capital, Seúl y a partir de aquí y ya con el nombre de Hapkido pasarían a expandirse por todo el país y por todo el mundo como el arte marcial coreano de referencia de la defensa personal usado a nivel individual y por las fuerzas y cuerpos de seguridad de corea.
Muchos maestros actuales de diferentes estilos de Hapkido o creadores de sus propias artes marciales, descienden de alguna forma de esta línea marcial de ese primer grupo de alumnos que formo el Gran Maestro Choi Young Sul y precisamente llegó en el mejor momento para la Nación Coreana, ya que después de casi cuarenta años de dominio japonés de represión, prohibiciones o ejecuciones, la segunda guerra mundial y su guerra civil había mucha necesidad de volverse a sentir orgullosos como pueblo y una forma en la que se cristalizó esa necesidad fueron el resurgir de las artes marciales coreanas.
La historia de los inicios del Hapkido se difumina con la lejanía del tiempo, estando llena de aventuras por parte de muchos maestros que han contribuido a hacer grande el Hapkido incorporando sus ideas, experiencias en otros artes marciales, en técnicas para la salud, meditaciones taoístas, la prueba en el combate y en la defensa personal como de escolta, guardaespaldas o militar. Pero también es una historia cargada de controversia, dudas y misterios que, lejos de desmerecerlo, actúa como catalizador y tal vez le da una dimensión misteriosa y legendaria.